Hola 🙂 ¿Cómo estuvo la semana? Espero que todo haya estado de acuerdo al plan 😉 y si ¿ no?, bueno… recuerda que cada día es nueva oportunidad para cambiarlo todo y lograrás cumplir todo lo que te propongas porque puedes hacerlo, recuérdalo, eres un ser humano maravilloso que vino a este mundo para ser feliz.
Iniciamos esta entrada con un mensaje que nos recuerda el valor que tenemos como personas, son tiempos retadores en todo sentido y muchas veces olvidamos lo valiosos e importantes que somos, basta con mirar a nuestro alrededor, ver lo lejos que hemos llegado y las cosas que hemos logrado. Da importancia a tus logros y felicítate siempre que puedas, porque te lo mereces.
Para esta ocasión, quisimos cambiar un poco el mensaje, y ¿Por qué? porque esta semana una pregunta nos ha estado rondando la cabeza, un interrogante que no nos deja en paz y queremos saber que piensas tu acerca de ello:
¿Por qué en tiempos difíciles nos cuesta tanto ver lo maravillosos que somos?
Sabemos que posiblemente encontraremos tantas respuestas como personas en el mundo y más aún cuando esta situación pandémica despierta tantos miedos en todos nosotros y estos nos impiden ver con claridad no solo el presente, sino también el futuro. Sin embargo, nos inclinamos a creer que quizás es nuestra mente jugándonos alguna broma, diciéndonos eso que NO somos pero que tan fácilmente nos creemos.
Sin importar los pensamientos que en algún momento puedan cruzar por nuestra mente, debemos recordar que siempre podemos elegir con cuál quedarnos y cuál dejar pasar, “rumiar” (dícese de la «acción de hacer que un alimento regrese a la boca para ser masticado por segunda vez«) pensamientos poco constructivos y amorosos nos sumergen en sentimientos que traen consigo efectos adversos para nuestro bienestar emocional, físico y mental, éstos nos llevan fácilmente a revivir en nuestra mente situaciones del pasado que nos producen depresión o llevarnos a imaginar un futuro que aún no ha ocurrido y del que no tenemos certeza de que ocurrirá, dando paso a la ansiedad.
(Respiro profundo)… Si llegas a pasar por una situación similar, recuerda que puedes acudir a tu círculo de apoyo cercano como familiares o amigos; y si eres como yo, que soy un poco solitaria y me cuesta abrirme para hablar acerca de mí, puedes acudir a una estrategia que me ayudó mucho llamada “Diario Emocional”.
Verás… al no tener casi personas con las que me sintiera cómoda de hablar de ciertos temas y teniendo esa sensación de nudo en la garganta, o que sabes que tienes algo, pero no sabes qué es, busqué una alternativa en la que me fuera posible sacar todo, comencé a buscar y encontré la que te mencione, que consiste en que en una libreta o cuaderno exclusiva para esto, consignas todos esos sentimientos o pensamientos que se atraviesan y te roban tranquilidad, incluso aquellos que no sabes identificar. Luego léelos de nuevo, respira profundo y piensa ¿Qué fue eso que lo causó y qué podrías hacer para que ya no estuvieran?
Respira profundo, cierra los ojos, tómate unos minutos y anota lo que venga a tu mente. Desde éste momento comenzarás a Gestionar tus emociones, y qué es eso de «Gestionar emociones», bueno, pues fue algo a lo que yo llegué debido a ese mar de sensaciones que se despertaron en medio de la cuarentena que vivimos en Colombia (Lugar sonde me encuentro) debido al Coronavirus (Covid-19), en donde, los encierros prolongados, no poder visitar a mis padres, trabajar desde casa, entre otras situaciones que formaban parte de mi cotidianidad debieron transformarse.
Para mí gestionar mis emociones, era y es dar curso a pequeñas acciones que me llevaran, en este caso, a identificar lo que sentía y así lograr dar paso a ese (esos) sentimiento(s) que me agobiaba(n) impidiéndome encontrar paz en mi mente y en mi interior. Lograr identificar que lo que sentía era ansiedad, disfrazada bajo un manto de rabia, desilusión e impotencia, me llevo un tiempo. No fue nada fácil descubrir que esa era la causa que no me dejaba dormir, que me quitó el apetito y que me hacia sentir irascible todo el tiempo. Tomé la decisión de incluir algunas prácticas a mis hábitos cotidianos como meditar en las madrugadas 10 minutos, para lo cuál programé la alarma de mi celular 15 minutos antes de la hora acostumbrada y así tomarme 5 minutos para despertar y disponerme a los ejercicios conscientes de respiración. Lo que hacía, era tomar mi Diario emocional y leer nuevamente lo que había escrito el día anterior, respiraba profundo y cerraba los ojos en una posición de mi cuerpo que me resultara cómoda, mi mente estaba en blanco, claro a veces se atravesaban pensamientos, siempre los hay o bueno al menos para mí al comienzo, pero los dejaba pasar, no los retenía… y al terminar los 10 minutos, tomaba nuevamente mi diario y escribía en él cómo me sentía y qué creía podía hacer para comenzar a sentirme bien, de nuevo.
Debo confesar que para ese entonces no era muy experta meditando pero si me había sentido atraída y al buscar orientaciones en internet, me encontré con el perfil de @ian.meditationbasics en instagram quien gracias a sus lives, sus continuas observaciones y reflexiones, me guiaron a encontrar ejercicios de respiración con los que inicié y que luego de varios días de continua práctica, mejoraron sustancialmente el inicio de mis días y mi descanso en las noches.
sin embargo, si no eres muy de meditaciones o esto no te llama la atención, según la Organización Mundial de la Salud, el ejercicio o actividad física reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad, puedes iniciar incorporando a tu día a día, pequeños ejercicios o prácticas como caminar, trotar o montar en bicicleta y poco a poco, incrementar levemente su duración, notarás en unas semanas que tu vitalidad, fuerza y actitud mejorarán sustancialmente.
¿Cuáles han sido tus estrategias para mejorar tu estado de ánimo? Cuéntanos.